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Informe Pyme
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ANÁLISIS
Los bancos y las PYMES
En los primeros siete meses de 2014 la ganancia de los bancos creció 117%. La rentabilidad de las
PYMES en cambio se redujo, y 4 de cada 10 empresas operaron en septiembre con rentabilidad
negativa o nula.
La delegación de la CAME, en la reunión con el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli.
La delicada coyuntura económica
actual no está incidiendo en todos los
sectores económicos por igual. Mien-
tras el consumo y la producción ma-
nufacturera profundizan su caída, el
sistema financiero atraviesa un "buen"
momento: según datos del Banco
Central, la ganancia de los bancos
creció 117 por ciento anual en los
primeros siete meses del año.
Así fue planteado por una delegación
de CAME, encabezada por Osvaldo
Cornide, al presidente del Banco Cen-
tral, Alejandro Vanoli, en un encuentro
mantenido para analizar las dificulta-
des de financiamiento de las PYMES.
Las cifras son como mínimo para re-
flexionar: en siete meses, los bancos
ganaron 29.074 millones de pesos, lo
mismo que en todo 2013. La ganan-
cia de las entidades financieras no
paró de crecer en doce años. Pero lo
curioso es que ese crecimiento no se
interrumpe cuando el ciclo económi-
co es malo. Al contrario, se potencia.
La situación de las pequeñas y me-
dianas empresas, que son las que in-
vierten, las que producen, las que
crean empleo, las que distribuyen el
ingreso, es completamente opuesta.
Cuatro de diez
En septiembre, cuatro de cada diez
PYMES tuvieron rentabilidad negati-
va o nula y en el sector industrial la
situación fue más delicada: según la
encuesta cualitativa industrial mensual
que realiza CAME, casi seis de cada
diez industrias pequeñas o medianas
reportaron rentabilidadnegativao nula.
Las PYMES industriales cumplieron en
septiembre catorce meses de bajas
interanuales consecutivas en sus ni-
veles de producción, y en el comercio
las ventas minoristas cumplieron nue-
ve meses en caída.
Para superar esa coyuntura, la más
difícil de los últimos doce años, las
pequeñas y medianas empresas nece-
sitan que el Banco Central tome medi-
das para reorientar el crédito al sector
productivo, y les permita recuperar la
capacidad de inversión, de producción
y de generación de empleo.
La nueva Carta Orgánica de la auto-
ridad monetaria la faculta a promo-
ver acciones tendientes a impulsar el
crédito productivo a largo plazo para
sostener la inversión, el crecimiento y
el empleo.
Y si bien se han lanzado líneas produc-
tivas especiales, terminan dirigidas a un
grupo muy reducido de empresas, ya
que lamayoría del universo PYME, por
diferentes motivos, no puede acceder.
Hace cuatro décadas que el sistema
financiero argentino se consolidó como
un negocio privado, que prioriza la
especulación sobre el desarrollo del
país. Actualmente la mayor parte del
crédito que otorgado por los bancos
se orienta al consumo y lo poco que se
dirige a las PYMES está concentrado
en líneas de muy corto plazo, con ta-
sas excesivas, que no permiten aumen-
tar la capacidad productiva del país.
Ayuda insuficiente
Las líneas de Crédito para la Inversión Productiva (LCIP) y el Programa de Financiamiento Productivo del Bicentena-
rio (PFPB) ayudan pero, por diferentes motivos, no terminan de llegar al grueso de las empresas, y actualmente hay
más de 900 mil PYMES de los sectores comercio, industria y servicios que no tienen acceso al crédito.