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Informe Pyme
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ECONOMÍAS REGIONALES
¿Cuál es la situación actual de la lechería naciona
l?
La situación de los productores tamberos se hace cada
vez más compleja y no parece tener una solución a corto
plazo. Los altos costos de producción así como también
los bajos precios que pagan las usinas lácteas por litro
de leche están haciendo desaparcer los tambos. En San-
ta Fe y Córdoba se anunció que habrá remates de conti-
nuar la situación actual.
Hoy el costo está en 3.9 pesos a corto plazo y, con amor-
tización, 4.3 pesos. Pero esto va en aumento por la pro-
pia inflación.
Es necesario pautar con urgencia un precio mínimo de sos-
tén. Los 40 centavos por compensación no alcanzan, hace
falta 1.2 pesos más por litro para llegar a cubrir costos.
¿Existe equilibrio en la cadena de valor lechera?
No, los consumidores están abonando un alto costo, mien-
tras los productores se funden. Existen muchos abusos
en la cadena de valor de la lechería. La usina láctea
remite la liquidación 45 días después de que el camión
recogió la leche en tranquera. A ese plazo se deben su-
mar otros 30 / 45 días para que el productor lechero
pueda hacer el cheque correspondiente.
Con ese panorama, estamos hablando de un ciclo de 90
días para que el productor pueda contar con recursos fi-
nancieros que cubran, en cierta medida, los costos de pro-
ducción. Teniendo en cuenta la inflación actual, esta situa-
ción beneficia ampliamente a la empresa láctea en perjuicio
del productor, que es quien genera la materia prima.
Esos cheques ¿son út i les como herramienta f i-
nanciera?
Dada la situación crítica de la industria láctea, estos che-
ques muchas veces no pueden ser canjeados en el mer-
cado de valores, ya que hay empresas lácteas convoca-
das. Así, la única alternativa que hay es que el productor
lleve hasta la ventanilla del banco ese cheque para ser
percibido el día de su vencimiento.
¿Cuál es el rol del Estado en este conflicto?
La voluntad política para salvar la lechería debe apare-
cer para garantizar la continuidad de cientos de puestos
de trabajo en los pueblos del interior del país. Con esta
coyuntura, es cada vez mayor la cantidad de tamberos
Las claves de la problemática
que migran a las ciudades por el cierre de los tambos.
Acá es clave la cantidad de personas que trabajan en el
sector: 1 por cada 35 hectáreas contra la agricultura
extensiva que debe estar en 1 cada 400 / 500 hectáreas,
aproximandamente.
¿Qué otros temas se deben trabajar para sacar
adelante al sector?
Una cuestión es el impuesto sobre la producción. 1.2 por
ciento en el impuesto al cheque. La facturación del tambo es
voluminosa y replicada mensualmente, por lo tanto se apor-
ta más que una hectárea de agricultura convencional.
Otro tema es retenciones de ganancias e IVA. Ante un
año de balance contable negativo, hay más de un mes de
producción retenida por la industria, lo que hace un so-
brestock, que conlleva a que la industria lechera pague
valores viles a la actividad productiva.
Existe una alta presión fiscal en el sector productivo, es-
pecialmente, en las economías regionales. Por tomar un
ejemplo, el impuesto al combustible: el 26 por ciento del
costo del valor de un litro de gasoil es Impuesto a la Trans-
ferencia de Combustible (ITC). Es un gasoil que se quema
tranqueras adentro y que, lamentablemente, genera una
transferncia de recuros de un sector en crisis a otros sec-
tores de la economía como, por ejemplo, la construcción
(FONAVI, por citar alguno).
En este aspecto sobresale el hecho de que el sector lác-
teo consume cuatro veces más gasoil que la agricultura
extensiva.
¿Existen líneas de financiamiento?
Hoy son necesarias líneas de crédito para capital de tra-
bajo e inversiones en conformación de gente y vacas, ya
no se consigue personal para renegar en los barros, sin
camino y se pierde un buen empleado porque busca edu-
cación para sus hijos y se va a trabajar al pueblo.
Por otra parte, las líneas de crédito al 15% «línea tambe-
ro» son de montos muy bajos y los bancos no la ofertan
y la niegan.
¿CAME se reunió con los productores?
La CAME está fomentando la institucionalidad de aquellos
sectores productivos de las economías regionales que se
encuentran atomizados ante otros sectores con más lobby.