Page 30 - came 76a.p65

La visión es una señal de lo que una em-presa espera lograr en el futuro y consti-tuye una medida para el nivel de aspira-ción que se plasma en la planificación estratégica.

La visión encadena el proceso de cam-bio en las empresas modernas. El térmi-no está íntimamente asociado con las conductas de iniciativa empresarial y ex-plica parcialmente su creciente importan-cia.

La visión establece una vara de medi-ción para el logro de metas en el futuro, lo cual permite mensurar el desempeño en el presente. Pero el más importante propósito de una visión quizá sea el de transmitir un contenido significativo y así crear motivación y participación en las personas de la empresa.

Recientemente, con el desarrollo de la tecnología y las vertiginosas transforma-ciones sociales, las organizaciones se encuentran sometidas a cambiar de ma-nera constante y a adaptarse a los nue-vos desafíos del entorno.

Esta realidad hace que una cantidad sig-nificativa de empresas, organizaciones y proyectos nazcan y mueran en un tiem-po relativamente rápido. Algunas, sin lograr los objetivos que se proponían.

Al tiempo, existen otras muchas empre-sas -tanto locales, regionales como cor-poraciones globales- que avanzan a paso firme y con éxito. Si revisamos qué tienen en común estas organizaciones de éxito, encontramos que todas comparten con sus miembros una visión del futuro. Desde los maestros de la antigüedad, pasando por los más importantes estra-tegas y líderes políticos de la historia has-ta los grandes empresarios de nuestra era, todos tienen en común una "clara y soste-nida visión" de cómo querían vivir sus vi-das o cómo querían que fueran sus pue-blos, sus naciones o empresas. Estos hombres podían definir con certeza como "veían" el futuro y aplicaban sus dotes de liderazgo para emprender el camino y llegar hasta dónde la visión se los señala-ba. Tal vez por esta circunstancia es que suelen ser llamados "visionarios". Quizás el atributo más significativo de los visionarios sea que esa "llamada del futuro" la pueden cristalizar, llevar ade-lante y, así, crear una nueva realidad.

Un visionario tiene una característica fun-damental y es que practica diariamente su visión, la mejora, la siente, se emocio-na, tiene confianza, tiene fe, sueña como si su visión fuera realidad y presiente las emociones que tendría con esa realidad. Esta práctica le da la posibilidad de te-ner la claridad mental para encontrar todos los caminos necesarios para ir cumpliéndola. No importa qué tan difí-cil sea la tarea ni qué tan pretencioso sea el objetivo; lo importante es que la mente, las emociones y el comportamien-

to del visionario están alineados con su visión.

Los visionarios -y quienes aspiran a ser-lo- disponen o deben alcanzar una viva descripción de su visión con detalle y fun-damentos. Esa descripción puede estar cargada de pasión, emoción y convic-ción, elementos fundamentales para que una visión pueda hacerse realidad. Las grandes empresas y sus "líderes" vi-sionarios expresaron su visión como parte de un planeamiento estratégico y siguieron este método, por supuesto con distintas intensidad y formas, pero en general pasos que señalaremos más adelante.

Tomemos el caso de Henry Ford, quien hacia 1900 tuvo la visión de "democra-tizar el automóvil"; elaborando la si-guiente viva descripción: "Construiré un automóvil para la gran multitud... Será su precio tan bajo que ningún hombre con un buen salario no podrá ser dueño de uno y disfrutar con su familia la ben-dición de horas de placer en los gran-des espacios abiertos de Dios ... Todo el mundo será capaz de pagar uno, y todo el mundo tendrá uno. El caballo habrá desaparecido de nuestras carreteras, el automóvil se da por supuesto... dará una gran cantidad de empleo con buenos salarios a los hombres. "

En el caso de la industria automovilísti-ca, si bien el motor de cuatro tiempos fue inventado en 1861 por el ingeniero ale-mán Otto, no fue sino hacia 1900 que se resolvió una serie de aspectos técnicos

La visión es una acción que se practica y se perfecciona y todos podemos lograr tener nuestra propia "visión", alimentarla, perfeccionarla, perseguirla y lograr que se

haga realidad.

Henry Ford, un inventor que marcó rumbos. En el diseño de una visión y

su posterior implementación, es necesario analizar la relación de tal visión con el contexto tecnológico y socio cultural en que se genera y que la hacen posible.